ESTO ES AA

El 10 de junio de 1935, en Akron, Ohio, Estados Unidos, un hombre que había sido un hábil y próspero hombre de negocios, y que debido a su incontrolable forma de beber, se vio en condiciones desalentadoras, tanto física, económica como moralmente, por pura necesidad puso en práctica con otro alcohólico, un renombrado cirujano, un raro y sencillo método para dejar de beber, que descubrió a fines de 1934, en el transcurso de su tercer internamiento en un Hospital de Nueva York, de esta experiencia concluyeron, que quizás, su única posibilidad de mantenerse sin beber, estaba relacionada con la ayuda y estímulo que pudieran prestar a otros alcohólicos.

Hoy día, Alcohólicos Anónimos es una comunidad mundial de hombres y mujeres de diversas condiciones, económicas, religiosas y culturales, así como de diferentes edades, estamos diseminados en mas de 164 países.

En México existen aproximadamente doce mil grupos, en los que nos reunimos en sesiones de hora y media, y a través del compartimento de experiencias, respecto a lo que era antes nuestro modo de ser, lo que nos aconteció y lo que somos hoy, hemos encontrado una nueva y mejor forma de vida, así como la manera de alejar la obsesión por beber, que en otros tiempos era una fuerza poderosa en nuestras vidas.

En A.A. preservamos a toda costa nuestro bienestar común, dándole una carácter preferencial. Debido a que de esta actitud, logramos obtener: Unidad. Elemento del que depende nuestra recuperación personal.

La ausencia de jefes, son características singulares de nuestra Agrupación. No hay presiones, no hay mandatos, no hay gobierno. De este modo nuestra permanencia es absolutamente tranquila, nuestros líderes son fieles servidores que no gobiernan.

El único requisito para pertenecer a A.A., es tener el deseo de dejar la bebida. Requisito que en realidad el individuo deberá llenar para sí mismo, si es que ha de aspirar a recuperarse del alcoholismo. Sin importar de quién se trate o cuanto haya descendido.

En A.A. creemos que la libertad es sumamente importante, de tal modo que cada uno de los Grupos del mundo, es perfectamente libre de actuar autónomamente, solo teniendo cuidado de no afectar a A.A. considerada como un todo.

El programa de A.A. no fue inventado, es mas bien la síntesis de conceptos que nos aportaron la ciencia médica y la religión, y que nosotros únicamente encausamos y adaptamos para nuestro uso personal, con resultados altamente satisfactorios, sin embargo A.A. no tiene relación con movimientos antialcohólicos, ponemos un empeño especial en conservar un objetivo único y general, que es: Llevar el mensaje al alcohólico que aún sufre.

A.A. no es una institución de beneficencia, no tiene hospitales, ni bolsa de trabajo, ni tampoco tiene granjas, ni da consejos. Mas aún, para evitar que problemas de dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial: nunca respaldamos, financiamos, ni siquiera prestamos el nombre de A.A. a ninguna entidad allegada o empresa ajena, por loables que sean sus fines, les pedimos por favor, que no relacionen a A.A. con actividades que esta Agrupación no hace.

En A.A. no se pagan honorarios ni cuotas, el programa de recuperación es gratuito, para toda persona que tenga interés por dejar de beber. Nuestros gastos domésticos y cotidianos son cubiertos con aportaciones voluntarias de nosotros mismos, por favor no se deje sorprender si alguien le pide dinero a nombre de A.A., ya que A.A. no hace colectas, ni recibe donativos fuera de sus integrantes. Todos los servicios de A.A. son enteramente gratuitos.

A.A. no se toma el derecho de diagnosticar a nadie como enfermo alcohólico. Esto, cada cual, es libre de decidirlo y se debe a que A.A., en ningún caso, tiene carácter profesional, nos limitamos a emplear nuestra experiencia, que consiste en establecer un puente de comprensión y confianza entre un alcohólico que ha encontrado su restablecimiento y otro que aún se encuentra en las garras del alcoholismo.

En ocasiones en A.A. existe la necesidad de formar comités de servicio. Lo singular es que estos son responsables directamente ante aquellos a quienes sirven. En otras palabras esto quiere decir, que nadie, ni aún nuestra oficina de servicio mundial, domiciliada en Nueva York, puede dar una orden, ni hacer que se cumpla, ni castigar a nadie, ni mucho menos expulsar a ninguno de sus miembros.

No creemos que seamos los únicos que tengamos la repuesta al problema del alcoholismo, no estamos en contra del que fabrica el vino, ni del que lo vende, ni siquiera del que lo bebe, no pretendemos que el mundo se vuelva abstemio, por lo tanto, cuidamos de no mezclar el nombre de A.A. en polémicas públicas, ya que no opinamos acerca de asuntos ajenos a nuestras actividades.

La experiencia nos ha enseñado una política de relaciones públicas, y esta es mas bien de atracción que de promoción, por esto mantenemos nuestro anonimato personal ante los medios masivos de comunicación. El hecho concreto es que como sociedad, deseamos darle publicidad a nuestros principios y obras y no a sus integrantes individualmente, esto para nosotros es algo mas que la negación al envanecimiento personal, nos recuerda que las ambiciones personales no tienen lugar en A.A.

Actualmente A.A. mantiene el anonimato al 100 % en los medios masivos de comunicación, tanto el nombre, como el historial de cada miembro. Este fue el punto intermedio entre lo que nuestro crecimiento nos indicaba: Que no podíamos ser una sociedad secreta, pero tampoco podíamos convertirnos en un circo; Así encontramos la vía correcta para llegar a tantos alcohólicos desesperados como fuera posible. Esta es una de las razones por la cual A.A. suministra expositores a quién lo solicite, siempre que no se divulguen sus nombres completos.

Y finalmente es justo agradecer la valiosa y desinteresada colaboración desde los inicios de A.A. de: médicos, sacerdotes, psiquiatras, profesionistas, amas de casa y público en general, a quienes debemos que nuestra agrupación haya florecido transmitiendo su mensaje de vida desde 1935.